Este fín de semana se ha encendido la última vela, la vela del cuarto domingo de Adviento.Nuestro último fín de semana antes de volver a casa por Navidad...así que nuestros amigos nos han invitado a participar con ellos en varias de las tradiciones navideñas que se celebran por estas fechas.
El sábado participamos en un auténtico taller de Peparkakor, las galletas de jengibre típicas de la Navidad sueca.Hasta este año para mi eran las galletas negras en forma de corazón, hombrecillo, estrella...que colgaban de los árboles de Navidad más vanguardistas que veía por ahí, pero aquí cobran vida y tienen un papel protagonista durante todos estos dias.La receta es centenaria y todos los niños aquí son los verdaderos protagonistas...Mateo, vestido de galleta, para comérselo enterito...
Se acompañan con glögg, un vino especiado que se sirve caliente, en pequeños vasitos al que se añaden pasas y almendra cruda troceada.Con un sabor peculiar al principio, pero con el frío y la nieve afuera resulta casi imprescindible en cualquier momento... También són típicos los lussebullar o lussekatter, sobretodo en el día de Santa Lucía, esponjosos bollos de azafrán en forma de gato.Sabrosos para mí aunque a alguién que yo me sé, le saben un poco a paella...
Y hoy domingo hemos disfrutado con una autentica Julbord o mesa de Navidad sueca con nuestros anfitriones favoritos: Julskinka o jamón de Navidad, arenques marinados, col dulce, salmón, tiras de patatas gratinadas...y de postre tarta casera y turrón español...que también se echa de menos!!!!
Acaba un año, y lo que está claro es que de la adversidad ha nacido una escritora!! ... artista, que eres una artista!! :)
ReplyDeleteEscribes muy bonito, me encanta tu mirada a la suequedad, es decir la sequedad, jajaja, y darle color y sabor, gracias!
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