Continuando con las celebraciones de Pascua, visitamos Fredriksdal, un museo-jardín al aire libre dónde se celebran diferentes eventos durante el año. Estos días, es tradición que las niñas se vistan con pañuelos de colores, viejas toquillas de lana, y faldas de retales para convertirse en brujitas por un día. Y es que nos contaron que los suecos, por allá en el 1800, eran muy supersticiosos: creían que durante la Pascua las brujas venían a visitar al diablo a Blåkulla, la colina azul, y para protegerse de ellas tapaban las chimeneas de las casas, pintaban dos cruzes en la puerta de entrada, y dejaban de utilizar cualquier utensilio que tuviera forma redonda...así que incluso dejaban de amasar pan!
Ha sido divertido viajar en el tiempo y retroceder a la tierra de donde yo vengo...¿as meigas? habelas hainas...O caso é dar con elas...
No comments:
Post a Comment