
Pués ni pestañear.Quedé encantada con la película y con Natalie, sublime en el papel de bailarina de élite disciplinada que busca cómo convertirse en black swan y llegar a la ansiada perfección.
No os cuento ni el argumento, ni las críticas, ni los premios.Seguro, la conoceréis de sobra...pero si os la recomiendo.
La película me reafirmó lo apasionante que resulta el mundo del ballet clásico, siempre me ha maravillado, desde pequeñita que tuve la suerte de vivirlo de cerca, no en mis propias carnes pero casi.
Apenada confieso que me hubiese encantado probarlo, ser bailarina de piel blanca y fina, con moño alto de red y horquillas, con torso plano y escuálido, empeines salientes y juanetes sangrientos, zapatillas de punta...Bailar el Cascanueces.Girar, girar hasta volar...
Admirable la entrega y sacrificio de los bailarin@s que hacen de la danza su vida.
Bello, realmente bello.
La película preciosa y yo si lo viví de pequeñita lo de las orquillas, moños con el pelo inimaginablemente estirado y las zapatillas de punta que las guardo con mucho cariño. Feliz primavera!
ReplyDeleteEscribes muy lindo, y estremeces, yo tb probé el ballet de niña, era mi gran sueño, pero... no todas llegan a la meta.
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